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Una vez pasado el verano, son muchos los destinos turísticos que hibernan hasta la próxima temporada estival. Ya sea porque el clima ya no es tan benigno y agradable (es minoritaria la población que busca pasearse en un sitio mientras llueve continuamente), o porque gran parte de las animaciones, ferias y eventos culturales tienen lugar en la temporada primavera-verano.
Sin embargo hay ciudades que tienen todo para ser vividas con intensidad a lo largo de todo el año. En el otoño septentrional, Madrid es una ciudad que ofrece un otoño fenomenal, fácil de disfrutar y con detalles que pueden agradar tanto a viajeros solitarios como a familias. Es una ciudad amable, con una infraestructura ágil para el turista o para quien busca permanecer a medio término en la capital española.
Hay muchísimas ideas para disfrutar a fondo esta joya ibérica en temporada otoñal, y aquí ofreceremos algunas que además, no son excesivamente costosas y pueden representar una forma excelente de recorrer Madrid de forma económica y placentera.
El centro de Madrid es una zona icónica. Está llena de postales inolvidables que no querremos perdernos en nuestra visita a esta ciudad. No hay que dejarnos engañar y pensar que es demasiado “cliché” visitar el centro de una ciudad. La verdad es que muchas veces el distrito central encierra elementos imperdibles y podemos ser turistas creativos y responsables sin dejar de lado esos sitios paradigmáticos que se encuentran en el centro de una ciudad.
Madrid es sin duda uno de estos sitios. Llena de pequeños detalles y rincones que se concentran en un distrito centro que es una maravilla en otoño. Algunos de estos sitios que representan un paisaje madrileño característico son:
El Palacio Real, que es un edificio maravilloso y antiguo (data del siglo XVIII) y testigo de la historia madrileña y española.
El "Triángulo del Arte", es decir, los tres museos artísticos que llenan de prestigio a Madrid: el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza. Éstos son sólo tres de los muchísimos museos que hay en Madrid, pero son céntricos y ofrecen un abanico artístico interesante, a más de presentar eventos y exposiciones especiales a lo largo de todo el año.
La Puerta del Sol y otras plazas céntricas. Madrid tiene muchas plazas que son históricamente relevantes, estéticamente impactantes y llenas de cafés y restaurantes para pasar un momento agradable incluso si llueve. La Puerta del Sol es una de ellas y otra es sin duda la Plaza Mayor.
La Puerta de Alcalá y la Gran Vía. Esta avenida llena de impresionantes obras arquitectónicas contemporáneas y de comercios de todo tipo, es un paseo imperdible al visitar Madrid.
Afortunadamente, no todas las opciones de alojamiento en la zona centro de Madrid son caras e inaccesibles para un viajero con recursos limitados. Por supuesto que existen hoteles lujosos y apartamentos exclusivos, pero también hay hostales céntricos que permiten que el centro de Madrid sea una experiencia al alcance de todos los bolsillos.
El otoño llega en España de mano del regreso a clases, del reinicio de actividades en asociaciones culturales y deportivas y del “renacimiento” de muchas actividades de carácter cultural, económico y de muy diversa índole.
Entre las actividades que reinician, están los famosos “mercadillos”. Estos mercados ambulantes que se instalan al aire libre, y que presentan una amplísima variedad de estilos, productos artesanales y artísticos, locales, gastronómicos… la oferta es amplísima y en otoño hay una gran efervescencia comercial en estos espacios.
Entre los mercados a destacar en este periodo están:
El Mercado Central del Diseño, que se realiza periódicamente a lo largo del año (normalmente siempre hay un fin de semana en septiembre en que abre con exposiciones, conciertos, food-trucks y gran variedad de actividades muy interesantes. Además, es un proyecto que impulsa todas las ideas relativas a la creatividad y el diseño.
El Mercado de Motores, que es un mercado hipster-vintage que atrae no sólo a los madrileños sino también a turistas, artesanos, emprendedores, artistas y una gran multitud heterogénea y versátil. Se desarrolla en el Museo del Ferrocarril y tiene fama de ser el "mercado más cool" de Madrid.
El Mercado de Alcalá de Henares, o Mercado Cervantino. Este mercado es especial, pues se trata de una serie de animaciones renacentistas y medievales. Hay todo tipo de presentaciones artísticas y vendimias que permiten viajar en el tiempo y ser testigos del mundo que inspirara al Quijote.
Si hay algo que hace hermoso al otoño es la gama de colores del amarillo al ocre, pasando por el rojo y el dorado que toman las hojas de los árboles al cambiar el clima. El ciclo de la naturaleza es sin duda un espectáculo maravilloso. Pues una visita otoñal a Madrid no está exenta de permitir disfrutar esta obra de arte natural. No sólo cuenta con parques que permiten caminar entre la naturaleza al estar mismo en la ciudad (el más conocido es sin duda el Parque del Retiro, que alberga además eventos culturales en distintos momentos del año), sino que sin alejarnos demasiado de la ciudad, es factible encontrar bosques de abrumadora belleza.
Entre estos bosques podemos destacar:
Este bosque se encuentra a poco más de 100 km de Madrid y cuenta con bellísimos castaños y árboles centenarios. Entre los más hermosos árboles centenarios están el "abuelo del bosque" y "el Chozo". Se encuentra cerca del río Yedra y es tanto reserva natural como zona especial de protección para las aves. Incluso es posible visitar un museo dedicado a la naturaleza (el Museo de la Naturaleza del Valle Alberche).
Otra reserva natural, la "Reserva de la Biósfera de la Sierra del Rincón", llena de hayas antiguas y más jóvenes, un bosque vivo y altamente protegido, tanto así que es necesario solicitar un permiso para visitarlo, ya sea presencialmente o en línea. En noviembre, la belleza otoñal es tal que resulta complicado encontrar un cupo online y es mejor dirigirse directamente al bosque o hacer cita de forma telefónica. Este bosque está a menos de 100 km de la ciudad de Madrid.
Un poco más lejos (alrededor de 115 km desde la ciudad), es un precioso bosque de hayas con un terreno irregular. Al recorrerlo hay que subir pequeñas zonas escarpadas y pendientes, pero ello permite observar una mayor variedad de árboles, como por ejemplo, robles, acebos y abedules. Esta diversidad permite apreciar en su totalidad el impacto estético del otoño.
Apreciar la ciudad desde ciertos puntos más altos puede ser una hermosa forma de coronar una visita otoñal a Madrid. Entre los espacios disponibles para disfrutar una panorámica madrileña, existen algunos que han ganado un sitio en el corazón de quienes visitan esta ciudad, y aquí podemos mencionar algunos:
Este "tejado" tiene una ubicación envidiable, precisamente a la entrada de la Gran Vía y permite ver el área de Huertas y Cibeles. Todas las avenidas principales y ciertos barrios distintivos de Madrid lucen claramente desde esta azotea y las fotos permiten reconocerlos sin problema. Ideal para ver el sol ponerse. Además, no es caro. La entrada de dos euros permite también ver las exposiciones fotogáficas y artísticas del Círculo. Un punto que los amantes de la fotografía no se pueden perder.
Este templo "per se" es un sitio hermoso a visitar en Madrid. Un auténtico templo venido del sur de Egipto debido a un ejercicio de la UNESCO por rescatar patrimonio durante la creación de la presa de Asuan. Desde su ubicación, y gracias a que está en un punto alto de la ciudad, se puede apreciar incluso el Palacio Real y la Catedral. Es otro sitio mágico para observar la puesta del sol, y aún más cuando la iluminación adicional del templo se enciende (y en otoño e invierno es más frecuente). Se trata de un espacio relajante, hermoso y mágico, pues no sólo es característico de Madrid, sino que nos traslada al pasado mediterráneo y la gloria del imperio egipcio.
Desde este mirador, ubicado después del Palacio de Oriente y el Viaducto. Es un mirador que permite ver la Catedral, la Casa de Campo y toda la ciudad hasta la sierra de Guadarrama. Un mirador urbano que permite disfrutar de una visión panorámica "interna" de Madrid y su característica arquitectura.
Sin importar si decidas simplemente pasearte por los mercadillos y disfrutar de un chocolate caliente con churros (nada podría ser más madrileño), o si vas a uno de estos puntos altos a disfrutar de una puesta de sol, verás que sin gastos demasiado onerosos es fácil disfrutar y vivir a fondo una experiencia muy placentera en una visita otoñal a Madrid. ¿Ya realizaste una visita a esta ciudad y crees que nos ha faltado incluir algún elemento que no se deba uno perder al recorrer Madrid? No dudes en comentarlo, entre viajeros podemos seguramente aconsejarnos mejor.
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